UN LEGADO ANTIGUO

Secrets of the Parthenon

El Partenón, santuario de Grecia, es uno de los legados más importantes de la historia de la humanidad. Este templo contiene valiosos registros como, por ejemplo, la utilización de un sistema de medida que aún sigue aplicándose en la actualidad. Además, se ha observado que sus piezas estructurales tienen características especiales que logran engañar a la vista de quien observa el templo. El Partenón abarca una abundante riqueza intelectual que nos invita a reflexionar y a cultivar nuestra curiosidad a favor de una mayor comprensión del mundo que nos rodea.

Según Protágoras: “el hombre es la medida de todas las cosas.” El cuerpo humano se había convertido en una unidad de medida, el cual fue utilizado para construir el Partenón. Para los antiguos griegos, la belleza residía en la disposición perfecta de las partes con el todo; en otras palabras, la belleza residía en las proporciones. Para ellos, estas afirmaciones simbolizaban las medidas divinas. En cada elemento del templo se encuentra plasmado los ideales de esta civilización griega, desde el friso -adornado con figuras humanas junto con sus acaecimientos- hasta las columnas, todo bajo perfectas proporciones.

Los elementos que conforman el Partenón poseen ciertas particularidades que no se ven a simple vista. Los profesionales que manejaron la restauración del templo se habían percatado que el santuario fue construido con curvas, más que con ángulos rectos. A pesar de este hecho, los antiguos escultores de Atenas consiguieron engañar la vista del observador a través de lo que se conoce como el sistema de refinamiento óptico, haciendo parecer que las estructuras se encuentran rectas.

La historia de los antiguos griegos revela su persistente interés hacia la comprensión del universo que los rodeaba. El Partenón es uno de los ejemplos más importantes que nos demuestra esa inclinación hacia el conocimiento, además de exaltar el cuerpo humano hasta llegar al punto de lo divino.

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